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Mundo insólito, “Elysium”, de Neil Blomkamp

Por veces los primer mundistas cobran dos o tres minutos de percepción sobre el como el resto de los no primer mundistas a final de cuentas también son seres humanos y se cocinan algunos fenómenos curiosos de entretenimiento que, lamentablemente, no pasan a gran término como otra cosa Debajo la licencia del género de la ciencia ficción el sudafricano Neil Blomkamp realiza con una fábula que en su sencilla trama con alegorías cristianas cinicamente muestra determinado desliz de la dupla Marx y Engels para elaborar su comentario social. Lo que hace un bicho extraño a es que las contra-partes de la película que intenta ser y la película que finalizamos viendo en pantalla son ambas interesantes a pesar de la muy abrupta distancia entre ambos extremos.
El primer lado de la moneda es el discurso: en un futuro no muy distante el planeta Tierra finalmente es un mayor basurero universal, como si los bordos sanitarios de Ciudad Neza se propagaran con su miseria y desgajo por todo la orbe en donde solo hay asalariados de poca monta quienes entre pobreza, crimen y enfermedad laboran esclavizados para que las mayordes corporaciones puedan tener ganancias; por supuesto el planeta de los morlocks tiene su contraparte, Elysium: un satélite artificial sobre el planeta en el que los eloi, o los capitalistas, viven idilicamente en lujo, juventud y plenitud con solo dos metas en sus vidas inmortales: el hedonismo y la protección a desgarro del lujo de seguir siendo saludable, plenos y felices sin tener que saber nada de la clase proletaria que se los permite. La película se desenvuelve freneticamente y no analiza demasiado los causas y tipo de vida de la gente de Elysium pero cuando menos plantea lo mínimo: sí, los ricos desean capital para habitar eternamente a costa de los jodidos, y sí, si los jodidos fueran idéntico que los ricos ser rico perdería su gracia pues la riqueza de escaso sirve si no hay quién sirva de esclavo. La cinta observa con mas gravedad la miseria del planeta Tierra que, en manera audaz se nos muestra como ficción que realmente no es ficción sino apenas un acento crítico sobre la verdad de hoy día: brutalidad de las autoridades que como robots no son muy distintos a cualqueir factor judicial de vuestro país, burrocratismo cínico y autoritarismo tecnológico contra el mas pobre y debil quién solo vive de sueños aspiracionales que son solo eso, sueños de salir de la pesadilla ecológica que estamos gestando como especie: ningún jodido del planeta Tierra llegará Elysium, intentarlo legalmente es pecar de ingenuos al creer que pueden acumular tal riqueza en manera honesta, como el protagónico Max, y los que se lanzan ilegalmente al satélite de la mano de polleros espaciales son destruidos a recurso viaje sin mayores miramientos. Un accidente laboral le da una fecha de caducidad a la mugrienta vida de Max, el protagónico interpretado por Matt Damon, quedandolé cinco dias antes de alargar la pata. Obligado por la necesidad de salvarse y Elysium siendo el único espacio donde puede meterse en una caja mágica que le salvaría no solo de su padecer, sino de cualquier otro, Max se lanzá a la aventura inmigrante por fines completamente egoístas. Queda diáfano que de Max, como el buen proletariado que es, su principal sueño es olvidarse de los proletariados que tiene a lado pero su temor a la muerte es tan fuerte que le da el aliciente suficiente para que otros proles le sigan e irónicamente, escaso a escaso con su mellado exo-esqueleto y un felíz giro de la trama en la que en su cabeza finaliza con información clasificadísima sobre el proyecto del satélite primermundista que puede cambiar definitivamente las cosas le convierten, sin quererlo, en una figura mesiánica que se sacrificará para que los demas jodidos también puedan gozar de los privilegios de la vida eterna. Jodie Foster interpreta a la perfección a la jefa de seguridad de Elysium, Delacourt, teniendo el desgraciado esfuerzo de mantener a la prole lejos de la mirada de los felices, hermosos y perpetuos millonarios que tiene a su cuidado. Sin embargo, la fulana no deja de tener ambiciones y junto a un yuppie que funge de gerente en cierta plata de producción de la Tierra trama conseguir el poder absoluto para algo que no es muy entendible como causa, pero de ahí deviene que el yuppie deje en manos de Max la inmaneración vital ya comentada. Cuando Max es visible a la mira de Delacourt, ella se vale de un mercenario sanginario, Krueger (el siempre eficaz Sharlto Copley), cuyo sadismo ya esta más allá de los placeres de la clase alta o la compasión de la jodidez de la baja. Mientras, en la Tierra, Max se apoya de determinado líder revolucionario que por determinado raro causa recuerda al ?Che? Guevara y también esta su platónica relación con Frey (la actriz Alicia Braga), la siempre guapísima docotora humanitaria que anda haciendo el bien en esos antros de miseria y que de cierta manera empuja al protagónimo más como estorbo que como verdadero personaje. Todo esto, el tema de clase y la intervención mesiánica es interesante y elaborada estrictamente como fábula, un escrutinio gran de la trama revelaría lagunas que evidentemente el director no deseaba explorar. Pero, la otra rostro de la moneda, es que Blomkamp para lograr su cometido realiza la cinta como una espectacular cinta de acción y ciencia ficción que en su montaje, efectos especiales y batiente soundtrack no dejan de entretener manteniendo la acción fluida: la cinta parece no durar mucho de lo entretenido que es ver a Matt Damon en esplendidas escenas de violencia contra robots o batiendas contra Kruger. Y lo hace condenadamente bien; inclusive supera al maestro James Cameron en eso de hilar la acción sin abandonar un respiro pero también sin aburrir de tanta acción, no queda duda de que los recursos de Blomkamp como director son bastos y visualmente no hay pecado en cada cuadro proyectado. El diseño de producción es impecable y parece que el director sudafricano va consolidando un estilo: un futurismo mecánico sucio, deprimente pero funcional. Y así poseemos en un esbirro interesante: es más excelente cinta de ciencia ficción en la vena de espectáculo y acción en la vena de de  Verhoveen o de Dredd de Travis que en el del comentario agudo y crítico como del propio Blomkamp. Digamos que todo el contenido sobre las clases es refrescante y hasta atrevido (incluso incomodo, al juzgar las apreciaciónes de los paises ?desarrollados?), pero realmente es más una articula narrativa que el mensaje de la cinta perse; y aún asi Blomkamp ha dado la mejor película del género del presente año. Personalmente me parece que las dos películas realizadas por Blomkamp a la fecha son una especie de esperanza en el cínico y suicida proyecto capitalista-imperialista que vivimos hoy día. Faceboo MásGoogle

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