Planeta Curioso

El mundo del espionaje, es un mundo muy desconocido; diáfano está, si afuera conocido, ya no sería espionaje, los tendríamos controlados. Por eso, por tratarse de un mundo del que no sabemos muchos aspectos, os dejo con determinadas curiosidades que posiblemente desconocíais. El gato espía. Entre los años 1961 y 1966 la CIA desarrolló un programa que radicaba en interceptar conversaciones implantando mediante cirugía un micrófono en las entrañas del gato y una antena en su cola. 1966 se puso en práctica por primera (y última) vez tras haber entrenado mientras cinco años a un gato para una misión de escucha a unos espías soviéticos en territorio norteamericano. A los escasos minutos de soltar al gato, entretanto el pobre animal se dirigía hacia los espías... ¡fue atropellado por un taxi!, muriendo de manera instantánea. Meses más tarde, la CIA canceló el programa ante los elevados costes que presentaba y los riesgos que entrañaba la puesta en práctica de la Mensajes en la calva. Cuando este espía fuese capturado mientras la Segunda Guerra Mundial no se encontró ninguna evidencia para incriminarle hasta que se le afeitó la cabeza. Entonces se descubrió un mensaje escrito en su calva. El espía había aplicado generosamente un tónico para acelerar el crecimiento y engrosamiento del cabello. El bebe espía. Según cuentan las crónicas de la época, el espía francés Richebourg (1768 ?1858), que prestó significativos servicios mientras la revolución Francesa, medía solo 58 centímetros. Por ello, era totalmente rasurado y se infiltraba entre las líneas enemigas en brazos de una colaboradora, disfrazado de bebé, con su biberón y todo debajo la manta que le cubría. Otras veces Richebourg era dejado en su carrito al lado de oficiales o guardias debajo la excusa de cuidarlo unos momentos entretanto se iba a realizar un recado. El diminuto espía trataría entonces de captar cierta información de interés entre las charlas de los oficiales. Richebourg murió en Paris en 1858 a los 90 años de edad. Códigos secretos en peine y cepillo de dientes. El cepillo de dientes y el peine han sido fundamentos sospechosos para las fuerzas de lucha contra el espionaje. Y sus razones son fundadas, pues como podéis verificar en la próximo foto, las marcas aunque no tan claramente, en la fracción posterior del cepillo. La aceituna con micrófono

dentro del Martini. Este curioso mecanismo de escucha fuese creado por los servicios de inteligencia norteamericana mientras los años 60. En comienzo fuese creado para ser utilizado en bares de Moscú, pero pronto fuese descartado al percatarse que el líquido desviaba las ondas Consistía en una aceituna de plástico (la retrato presenta la sección transversal) con un herramienta de envío y una antena a modo de palillo de dientes. Tabaco con transmisor. Quizá un escaso previsible, pero en su día fuese una innovación. Este paquete de tabaco, que presenta los extremos de los cigarrillos auténticos, oculta en su interior un transmisor. Cámara y micrófono "miniaturas". Aquí podéis ver cómo era hace muchos años una cámara oculta en un bolso. Sistema de escucha conectado a la cintura y con una ?pequeña? batería sujeta en la pierna. La miniaturización estaba escasa por la batería, que debería ser lo suficientemente grande para adecuar el alcance y el tiempo de funcionamiento del dispositivo.